viernes, 30 de diciembre de 2011

...me debes un baile...

A partir de ese momento dejaste de existir, dejaste de ser presente para convertirte en pasado. Dejaste de existir para el mundo pero no para mí.
Te has ido así, sin despedirte... ¡sin darme la bienvenida con las ganas que tenías!
Que nunca tuvimos prisa, pero sí sobraban ganas... Siempre habría tiempo después, luego, más tarde, otro día...
Pero de repente el reloj se para cuando menos te lo esperas y recibes Su llamada... necesitaban un ángel mas, y tú nunca te niegas a ayudar...
Aceptaste sin pensar en mí, sin acordarte de todo lo que tenías pendiente aquí con los tuyos...
Y ahora dime, ¿con quién voy a bailar?

no te olvidaremos,