jueves, 14 de febrero de 2013

Subida al tren...camino Budapest

Otra vez estoy subida a un tren! De ida y vuelta... Camino de Madrid, después de exámenes... Pero, me ha hecho recordar otro momento y otro tren, hace ya cosa de un año, camino a Budapest.
Ese tren no tenía nada que ver con este precioso Altaria de Renfe, ese tren, que iba desde Nové Zámky en República Eslovaca hasta Budapest, era un tren de esos de película, en que íbamos juntos personas, animales y bultos, sobrecargado y con una sensación de agobio insoportable

Aún así, fue un viaje especial, de esos que se quedan en la memoria … Llegamos de noche a la estación, y gracias a la luz de la luna nos llevamos el primer recuerdo de una Budapest bohemia y mágica.

Budapest es la capital de Hungría y una de las ciudades más destacables de Europa, antiguamente fue capital imperial, y la recorre el majestuoso río Danubio. Está formada por la agrupación de otras dos ciudades: Buda y Pest, situadas a ambas orillas del río Danubio. Actuamente, Pest es la zona más extensa de la ciudad, y sólo un tercio lo ocupan Buda y Óbuda, que quiere referirse a la "Vieja Buda".

viernes, 1 de febrero de 2013

En época de exámenes...

Estamos en pleno período de exámenes, y cómo en todo momento en la vida, debemos saber cómo controlar la tensión.

Esta tarde mismamente, en el coche, de camino a casa con mi hermano y su novia íbamos hablando de los efectos beneficiosos que puede producir el estrés siempre y cuando sepamos manejarlo... Así que al leer este texto no he podido evitar pensar que podría ser bueno recordarlo cuando más agobiados nos sintamos.


Un conferenciante hablaba sobre el manejo de la tensión. Levantó un vaso lleno agua y preguntó al auditorio:

- ¿Cuánto creéis que pesa este vaso con agua?
Las respuestas variaron entre veinte y quinientos gramos.

Entonces el conferenciante comentó:

- No importa el peso absoluto. Depende de cuánto tiempo voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, no pesa nada. Si lo sostengo durante una hora, tendré dolor en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia.
Y es exactamente el mismo peso, pero cuanto más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo.

Y concluyó:

Si cargamos nuestros pesos todo el tiempo, más pronto o más tarde, ya no seremos capaces de continuar, la carga se irá volviendo cada vez más pesada. Lo que hay que hacer es dejar el vaso en algún lugar y descansar un poco antes de sostenerlo nuevamente.

Tienes que dejar la carga de lado periódicamente, ¡De la forma que sea! Es reconfortante y te ayuda a continuar. Entonces, antes de que vuelvas esta noche a tu casa, deja afuera el peso, en un rincón. No lo Cargues hasta tu casa. Y ya mañana podrás recogerlo otra vez, al salir. 

Anónimo