viernes, 24 de septiembre de 2010

Es solo mi imaginación

la que me lleva otra vez a recorrer esas calles...
donde se juntan la autenticidad y el bullicio a partes iguales...
Tal vez sea por la incomparable compañía que me sirvió de guía al recorrer esta ciudad, o simplemente porque es así de especial, pero Tánger, aún en el recuerdo se mantiene viva, y sigue pareciéndome una ciudad salida de un cuento, al más puro estilo Aladdín.

Con su medina, sus ruidosos zocos, las mezquitas con esa llamada a la oración, que daba la sensación de que el mundo se detenía por un segundo y todo comenzaba a cantar una extraña canción...

Aunque tuve la suerte de no hacer un viaje turístico, sí que conocí algunos de los sitios más famosos de la ciudad, como son el Café Hafa, hacen un té riquísimo y puedes observar el Estrecho de Gibraltar, o la Gruta de Hércules, dónde según la leyenda descansó Hércules antes de hacer su úndecimo trabajo...

Sin duda alguna, este es un buen recuerdo...

Gruta de Hércules

El fuertote de Hércules

Artesanía en el interior de las cuevas






Solazo al atardecer...



Las playas... nada que envidiar

Un par de burritos... 

Entrada del Café...